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Esta es la historia de un padre que le gustaba salir de copas mientras dejaba a su hijo divirtiéndose en casa.
A este padre, acostumbrado a tomar copas, en casa y afuera, últimamente no le cae muy bien el alcohol, pues le cuesta pasar de la segunda ronda y no siempre lo logra. Igual se diferencia de su hijo ya mayor, quien se queda en casa, y hasta se volvió abstemio, sobretodo a las bebidas internacionales que no ha probado en 5 años. Cabe aclarar que esa abstención a las copas en los últimos cinco años, lo llevo a os cosas: 1) estar más preparado para los quehaceres de la casa y 2) a que una generación de niños no lo haya visto en cantinas internacionales.
Bueno, como no es del hijo que pretendemos hablar, pasaremos a hablar del padre copero. El sin descuidar la casa se mando una ronda de copas sin mayores dificultades. Luego le toco ir al bar “Gran Parque Central” con un amigo brasileño, y los dos fueron tan amarretes que ninguno le pago un trago al otro. Cabe aclarar que este padre se había hecho días atrás una salidita a los de unos amigos de Liverpool, pero no le fue muy bien, pues se tajeo con una cuchilla, esa misma que le había dado una herida casi mortal a su hijo.
Luego de la salida de copas con su amigo brasileño, invito a unos matreros de Tacuarembó, quienes sin titubear le dieron un par de golpes rápidos y certeros que hicieron desacomodar las estanterías de la casa del hasta entonces padre copero.
A los pocos días este padre copero se fue hasta el bar “Gran Morumbi”. Esta vez se volvieron a sentar con su amigo brasileño y un hábil cantinero llamado Adriano le cambio la cerveza por caipirinha y lo dejo medio mareado; así y todo, saco la billetera para devolverle la gentileza que le permitiese tener una tercera ronda libertadora, pero se fue en amagues y un atrevido Dagoberto recién entrado a la cantina se le adelanto sirviéndole un cóctel letal. Acto seguido el padre regresa a su casa pensando en pasar un lindo domingo en familia.
El domingo por la tarde se pone a jugar un picadito con su hijo abstemio. Los amigos del hijo hicieron galantería de un ave en la tribuna, quien sabe en señal de que. El problema parecía ser peor, ya que la gallina había tenido un POLLO que habría sido incubado en el PACHECO y que no era para sus intenciones tan BUENO como parecía. Sabedor de que no tenía más salida de copas, debía cuidar la casa y se confió en su hijo abstemio, quien en un acto de rebeldía no trato bien a su mal aconsejado padre, quien últimamente es guiado por su Pel de apellido usso y le dio cuatro bofetadas. Ahora a éste padre le queda presentarse a una miniliga al mejor estilo repechaje psrs ver si puede volver a salir de copas, debiendo además ordenar su semidestruida casa. La ironía parece ser que a pesar de no tener que viajar al exterior en breve, el padre más cerca de Carrasco.
En cuanto al hijo, parece ser que le espera un color Violeta oscuro
A este padre, acostumbrado a tomar copas, en casa y afuera, últimamente no le cae muy bien el alcohol, pues le cuesta pasar de la segunda ronda y no siempre lo logra. Igual se diferencia de su hijo ya mayor, quien se queda en casa, y hasta se volvió abstemio, sobretodo a las bebidas internacionales que no ha probado en 5 años. Cabe aclarar que esa abstención a las copas en los últimos cinco años, lo llevo a os cosas: 1) estar más preparado para los quehaceres de la casa y 2) a que una generación de niños no lo haya visto en cantinas internacionales.
Bueno, como no es del hijo que pretendemos hablar, pasaremos a hablar del padre copero. El sin descuidar la casa se mando una ronda de copas sin mayores dificultades. Luego le toco ir al bar “Gran Parque Central” con un amigo brasileño, y los dos fueron tan amarretes que ninguno le pago un trago al otro. Cabe aclarar que este padre se había hecho días atrás una salidita a los de unos amigos de Liverpool, pero no le fue muy bien, pues se tajeo con una cuchilla, esa misma que le había dado una herida casi mortal a su hijo.
Luego de la salida de copas con su amigo brasileño, invito a unos matreros de Tacuarembó, quienes sin titubear le dieron un par de golpes rápidos y certeros que hicieron desacomodar las estanterías de la casa del hasta entonces padre copero.
A los pocos días este padre copero se fue hasta el bar “Gran Morumbi”. Esta vez se volvieron a sentar con su amigo brasileño y un hábil cantinero llamado Adriano le cambio la cerveza por caipirinha y lo dejo medio mareado; así y todo, saco la billetera para devolverle la gentileza que le permitiese tener una tercera ronda libertadora, pero se fue en amagues y un atrevido Dagoberto recién entrado a la cantina se le adelanto sirviéndole un cóctel letal. Acto seguido el padre regresa a su casa pensando en pasar un lindo domingo en familia.
El domingo por la tarde se pone a jugar un picadito con su hijo abstemio. Los amigos del hijo hicieron galantería de un ave en la tribuna, quien sabe en señal de que. El problema parecía ser peor, ya que la gallina había tenido un POLLO que habría sido incubado en el PACHECO y que no era para sus intenciones tan BUENO como parecía. Sabedor de que no tenía más salida de copas, debía cuidar la casa y se confió en su hijo abstemio, quien en un acto de rebeldía no trato bien a su mal aconsejado padre, quien últimamente es guiado por su Pel de apellido usso y le dio cuatro bofetadas. Ahora a éste padre le queda presentarse a una miniliga al mejor estilo repechaje psrs ver si puede volver a salir de copas, debiendo además ordenar su semidestruida casa. La ironía parece ser que a pesar de no tener que viajar al exterior en breve, el padre más cerca de Carrasco.
En cuanto al hijo, parece ser que le espera un color Violeta oscuro
Saluos tricolores
P.D, se agregan fotos del ave que llevaroin al estaio
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